Así, la primera ocurrió en el verano, poco después del curso avanzado donde aprendimos el método de subrogación, que me pareció el más fascinante. Entonces, una mañana viene la prometida del jefe llorando, que, por favor, que si podíamos ayudarla ya que tiene malas noticias de la familia. Su sobrina, Roishin, que es una niña de 4 años, se cayó del balcón del piso desde el primer piso sobre una moto aparcada abajo en la carretera, y se cortó el cuello con la maneta del freno que le abrió el tubo de respiración.
La llevaron al hospital pero perdió mucha sangre y el corte era muy grande y su estado era grave, estaba en cuidados intensivos y los médicos no eran muy optimistas. Ocurrió en Irlanda y nosotros vivimos en España, así que recurrimos a la subrogación en la que Anie fue la sbrogadora de Roishin.
Lo hicimos enseguida, pensamos en las creencias que serían necesarias para una curación y las probamos. Cada una estaba en negativo, así que las balanceamos con el Balance de Nueva Dirección. Las Metas fueron: «Mi cuerpo puede curarse de cualquier tipo de daño fácil y rápidamente», “Estoy totalmente sana y saludable”, “Cuando voy al hospital, siempre salgo rápidamente, completamente curada y feliz”.
A la mañana siguiente llegó la novia, Antonia, con una gran sonrisa y el móvil en la mano. Me dijo: «Mira, léelo», y me dio el teléfono. Era un mensaje largo, pero aún recuerdo la primera línea: «Ha ocurrido un milagro!!!!!».
Resultó que durante la noche el estado del bebé había empezado a mejorar de forma inesperada y por la mañana todo el equipo médico del hospital estaba sorprendido de cómo había podido ocurrir. Les dijeron a los padres que la curación había sido imprevista y que no entendían cómo había sucedido, pero, por supuesto, también se alegraron mucho.
Así, el bebé por cuya vida se temió el primer día y se pensó que era un caso difícil de resolver, pudo salir de cuidados intensivos al quinto día y no mucho después volver a casa.....feliz, sana y a salvo.¡¡¡¡¡Gracias PSYCH-K!!!!! GRACIAS Gino y Anie, os quiero mucho.